La guerra de las Administraciones contra las emisiones contaminantes continúa. Primero fue Holanda la que anunció que a partir de 2025 puede que prohíba la venta de coches diésel.

Le ha seguido Alemania, que quiere limitar la circulación de los motores que no cumplen con la normativa Euro 6 en las ciudades con mayores índices de contaminación. Y a esta tendencia, puede que se sume Barcelona.

La Plataforma por la calidad del aire ha remitido un escrito oficial al Ayuntamiento de la Ciudad Condal en el que pide que se retiren los anuncios de coches diésel de las plataformas y soportes publicitarios de la ciudad.

El motivo que alegan es que la tecnología diésel es la principal responsable de la alta contaminación en Barcelona, donde unas 3.500 personas habría fallecido por ello.

Algo similar defendió la Agencia Medioambiental de Alemania, que realizó un estudio en el que concluyó que las partículas de NOx producen cáncer y son la causa de 10.000 muertes al año en el país.

Por otro lado, los escándalos de automoción relacionados con las emisiones contaminantes están alimentando la fiebre antidiésel.

Y es que recientemente, al dieselgate de Volkswagen se han sumado Mitsubishi y más de medio millón de coches de cinco marcas, llamados a revisión por este motivo.

Mientras crece la demonización del diésel, los gobiernos europeos ya tienen en marcha planes de incentivación para la compra de vehículos híbridos enchufables y eléctricos.

Ejemplo de ello es Alemania, que bonificará la compra de estos coches con hasta 4.000 €. En el caso concreto de España, los conductores están poco a poco optando por este tipo de tecnologías, pues tal y como apuntan los datos, se han doblado las ventas en los últimos cinco años.