En el marco de una operación preventiva en materia de medio ambiente e inspección de locales para luchar contra los reparadores de vehículos clandestinos, el Seprona de la Guardia Civil de Burgos ha desmantelado un taller ilegal ubicado en Ribera de Duero.

Según publica la prensa regional, la sospecha de que una nave era un negocio clandestino llevó a los agentes a someter el local a una “vigilancia discreta”.

Fue entonces cuando comprobaron que existía un “inusual trasiego de vehículos” y actividades propias de un taller.

En el momento de la inspección del establecimiento había en el interior dos coches que estaban reparando y varios más en el patio exterior.

El taller ilegal contaba con toda la instrumentación y herramienta profesional necesaria, así como dos elevadores, dos compresores y una cabina de pintado realizada de forma artesanal.

El negocio no tenía los permisos ni licencias necesarias para operar de forma legal y tampoco estaba dado de alta en la Seguridad Social.

Ante estas evidencias, la Guardia Civil procedió a la detención del propietario, un varón de 41 años, que ha pasado a disposición de las Administraciones competentes.