Reparación | Consejos para organizar el taller y mejorar el rendimiento

El reparto de tareas, la delimitación de espacios y la colocación de las herramientas, entre las claves esenciales.

Consejos para organizar el taller y mejorar el rendimiento
Consejos para organizar el taller y mejorar el rendimiento

Reparar las averías de los vehículos en el menor tiempo posible y de la manera más eficaz posible es el reto de todos los talleres. Para ello, la organización interna resulta primordial.

Por eso, Loctite ha elaborado un artículo en su blog, en el que ofrece consejos para que los talleres de reparación y de repintado mejoren la productividad y trabajen de forma eficiente.

El ambiente colaborativo no está reñido con la jerarquía. Por eso, Loctite recomienda dejar claro quién se encarga de cada tarea. Además de distribuir las labores, contar con un organigrama agiliza la toma de decisiones.

Si el espacio lo permite, conviene separar la zona de recepción de clientes de la zona de trabajo. Además, el artículo recomienda delimitar áreas específicas para cada tipo de tarea.

En el caso del taller de chapa y pintura, labores como la soldadura o el lijado tienen particularidades que requieren que se realicen en zonas delimitadas con carteles o con marcas en el suelo.

La limpieza es otro de los aspectos que contribuyen a mejorar la organización. Como recuerda el post, hay que limpiar después de cada trabajo. Esto, además, facilita el mantenimiento.

Puesto que en el taller se manejan residuos que pueden comprometer el medio ambiente, se debe disponer de contenedores y recipientes apropiados para cada tipo de desecho.

Asimismo, es fundamental contar con gestores autorizados para deshacerse de neumáticos, aceites, lubricantes, combustible, pinturas, baterías y acumuladores o restos de chapa, entre otros.

Tener a mano la herramienta necesaria en el momento preciso puede ahorrar tiempo a la hora de trabajar. Para conseguirlo, Loctite aconseja almacenar e identificar los útiles.

En este sentido, colocar las herramientas en su sitio al terminar de usarla es una buena costumbre, porque permite saber si existe duplicidad o si el taller debe comprar nuevas.

Aunque no existe una única forma de clasificar las herramientas, el artículo sugiere hacerlo atendiendo a la frecuencia de uso, el tipo (manual, eléctrica, de corte…) y la aplicación.

Por último, Loctite recomienda no escatimar esfuerzos ni en el mantenimiento ni la distribución de los utensilios, ya sea en cajas de herramientas, tableros de clavijas, carros o bolsas portaherramientas.

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