Reparación | Cómo tratar los humos generados en el taller

Claves para cumplir la ley sobre los gases nocivos producidos en reparaciones de mecánica y carrocería.

Cómo tratar los humos generados en el taller
Cómo tratar los humos generados en el taller

Hablar de tratamiento de gases en talleres o industrias significa intentar dañar lo menos posible el medioambiente, asumiendo la responsabilidad y tomando conciencia de las posibilidades que existen para protegerlo y mejorarlo y, sobre todo, asegurar la protección del profesional del taller en todo momento.

Por este motivo, Loctite ha publicado un post en su blog en el que da algunas claves para adaptarnos en el taller a lo que dictamina la ley en lo que se refiere a los gases nocivos provocados por intervenciones mecánicas, de chapa y pintura.

Así, recuerda que en la zona de mecánica, los vehículos con catalizadores y filtros de partículas utilizan en su proceso dióxido de carbono, oxígeno y agua (gases no peligrosos) que, después de ser procesados, generan CO y N2O. Para solventar este problema, "tenemos medios muy eficaces que harán el trabajo más satisfactorio e inocuo": existen en el mercado "extractores de humos" que se acoplan a las salidas de escape de los vehículos.

En cuanto a los gases refrigerantes (usados en el aire acondicionado), éstos han evolucionado notablemente desde gases altamente contaminantes y tóxicos (R12) a otros menos contaminantes, como el gas R134 o el HFO-1234YF.

Afortunadamente, señala el artículo, "los equipos que se utilizan en estos procesos disponen de recicladores que recogen el gas usado, lo recuperan y lo introducen en el vehículo utilizando automáticamente la cantidad necesaria de gas nuevo".

En cuanto al área de carrocería, los expertos de Loctite recuerdan que las soldaduras son otro foco de generación de humo -todas de tipo arco eléctricas (TIG, MIG y plasma) y en su mayoría gestionadas electrónicamente-.

Para evitar que el especialista inhale humo, "disponemos aquí también de extractores de humo, fácilmente orientables para mayor aspiración en el origen del foco". 

En lo que se refiere a zona de pintura, que siempre ha sido catalogada como la más tóxica del taller. "Los productos utilizados para pintar, abrillantar o pulir un vehículo eran altamente perjudiciales. No obstante, hoy en día esta zona usa productos con baja emisión de gases", apunta Loctite.

Los medios técnicos para zonas de lijado y pintura son cabinas con suelos y techos extractores con salida de humo y con filtros de carbón activo, evitando así la salida masiva de gases contaminantes al exterior. 

Para los recién llegados o profesionales con menos años de experiencia, todo esto forma parte del día a día. Pero no hace tanto nada de esto era lo habitual. Por ello, Loctite recuerda alguno de los métodos utilizados antes: 

En la zona de mecánica, únicamente se requería de una ventana que diera al exterior o, en el mejor de los casos, un ventilador que sofocara los humos y gases. Éstos podían estar provocados por los motores de gasolina al hacer el reglaje de CO, o por vehículos diésel haciendo la puesta a punto, reglando una bomba inyectora o simplemente calentando el vehículo para comprobar el funcionamiento de los electroventiladores. "Ésto hoy sería impensable gracias a la Ley 34/2007", señala el artículo.

En la zona de carrocería
, las reparaciones de chapa, hace varios años, utilizaban la soldadura oxiacetilénica y anteriormente incluso las soldaduras autógenas, que mezclaban gas desprendido de carburo mezclado con oxígeno, altamente tóxico.

La mayoría de los productos estaban fabricados en base disolvente y base plomo, por lo que la difusión de gases al aire en las reacciones químicas de catalizadores, aparejos, masillas y barnices era muy alta.

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