"En cualquier momento me podía quedar en la calle. Además, me acercaba a los cuarenta. Así que era ahora o nunca”. Así se explica ante la prensa local Javier Cavero, un emprendedor que decidió montar su propio negocio en La Cistérniga (Valladolid) en lugar de esperar acontecimientos ante la situación actual.

Javier llevaba desde los dieciséis años trabajando en reparación de automóviles y, al ver peligrar su puesto de trabajo, decidió arriesgarse y apostar por su propio negocio. Así fue cómo nació Talleres Cavero hace un año y medio.

Para ello, Javier contó con el apoyo de su familia y consiguió algo realmente difícil en los tiempos que corren: financiación de un banco para poner en marcha su proyecto. Gracias a ello, ahora ofrece sus servicios en reparación de carrocería, sustitución de lunas y mantenimiento de vehículos.

Además, ha decidido apostar por internet a la hora de darse a conocer y captar clientes. De hecho, la empresa cuenta con su propio perfil en Facebook, a través del que comparte información sobre el negocio, imágenes de reparaciones y promociones para atraer conductores.

Se trata de un ejemplo para muchos trabajadores de un sector que, si bien no ha sido de los más afectados por la crisis económica, sí que está sufriendo en gran medida sus efectos (ver noticia).