Un estudio reciente elaborado por 'Acierto.com' indica que el 27,4% de los españoles afirma haber conducido alguna vez con su vehículo sin haber pasado la ITV. De estos, el 20,9% dice haberlo hecho durante unas semanas y el 7,4% durante meses.

Según Carlos Brüggemann, cofundador del comparador de seguros de coche, “la ITV es un mecanismo esencial para garantizar la seguridad de los vehículos, evitar siniestros y, en última instancia, salvar vidas”.

La Unión Europea calcula que el 6% de los accidentes de tráfico son consecuencia de fallos técnicos de los vehículos y que muchos de ellos podrían evitarse con un correcto mantenimiento.

Las multas por conducir sin la ITV en vigor oscilan entre los 200 euros (si está caducada o fue desfavorable en la última inspección) y los 500 euros (si es negativa), según el comparador.

En el caso de que sea desfavorable o negativa, el propietario tiene dos meses para arreglar los defectos y pasar una nueva inspección; en caso contrario, el vehículo podría ser dado de baja por la Jefatura de Tráfico.

Desde instancias oficiales indican que circular con la ITV caducada puede tener consecuencias más graves si el conductor se ve implicado en un accidente, ya que se arriesga a correr con todos los gastos derivados del siniestro, sobre todo si se debe a un fallo mecánico que podría haberse detectado durante la inspección técnica.

Brüggermann explica que “tanto en las pólizas a terceros como a todo riesgo, la aseguradora cubre, en primera instancia, los daños a terceros aunque el vehículo del conductor responsable del siniestro circule con la ITV caducada. Sin embargo, la compañía de seguros puede reclamar los costes al tomador de la póliza”.

No obstante, puntualiza que, en los seguros a todo riesgo, la compañía puede denegar el pago de los daños propios ante la evidencia de que el vehículo circulaba de forma ilegal por no contar con la ITV en vigor.