“La libre elección de taller por parte del usuario no puede ser coartada por ningún medio si éste paga la factura”. Así de rotunda se ha mostrado la Dirección General de la Competencia de la Unión Europea en respuesta a una pregunta de la patronal Conepa, basada en varios casos reales y dudas planteadas por sus socios.

Según Maria Rehbinder, jefa de sección responsable del sector Automoción en la Dirección General de la Competencia, en base al principio de “quien paga manda”, siempre que el usuario pague esa factura no puede haber excepciones a esta libre elección de taller, o lo que es lo mismo, reparar o mantener el vehículo fuera de las redes marquistas no puede ser causa de pérdida de la garantía del vehículo, por mucho que el concepto de garantía se describa con otros términos como pólizas de seguro ampliado o contratos entre usuarios y terceros distintos al fabricante y/o su red (en lugar de directamente con las marcas de vehículos). 

Rehbinder se basa siempre en el razonamiento recogido en el artículo 69 de las Directrices Suplementarias del Reglamento 461/2010 para indicar que, cuando un fabricante de vehículos declara que se debe acudir a un taller autorizado de su marca para el mantenimiento del vehículo, “tal cláusula, independientemente de que se recoja en una garantía, un contrato de venta o un manual de mantenimiento, podría impedir el acceso de los competidores al mercado”, lo que iría en contra de los principios del Reglamento Europeo 461/2010, regulador de la posventa europea.

Además, la Dirección general de la Competencia asegura que, a estos efectos, no existe diferencia entre que el conductor firme el contrato de garantía ampliada con un fabricante de coches o con sus concesionarios, dado que el acuerdo “parece tener lugar en el contexto de la red de acuerdos entre el fabricante del coche y su red, y tiene el efecto de beneficiar a los miembros de esta red y excluir a los reparadores independientes”.