El pasado día 10 se producía un incendio en un taller mecánico de Negreira, en A Coruña, a causa del cual un coche quedó calcinado. Asimismo, se produjeron daños materiales de diversa consideración.

Tras ver el humo que salía del interior, un trabajador de una oficina cercana dio la señal de alarma y uno de los dueños, que reside en el mismo edificio en el que se ubica el negocio, acudió al establecimiento para intentar apagar el fuego.

Al abrir el portal de entrada, según detallan en La Voz de Galicia, salió una densa nube de humo. A su vez, la entrada de oxígeno provocó que se avivaran aún más las llamas que había en el coche siniestrado.

Hasta el taller acudieron varios vecinos para intentar controlar el incendio que, finalmente, lograron frenar con la ayuda de extintores, mangueras y cubos de agua, tal y como apuntan en el citado medio.

Según el dueño del establecimiento, Amador Moldes, de haberse producido por la noche, habría sido más difícil que alguien detectara el humo. Moldes añade que es posible que el origen del incendio se encuentre en un cortocircuito en el motor del vehículo afectado.