La eficiencia tiene como consecuencia, en cualquier negocio, la satisfacción del cliente y el empresario. Por este motivo, es uno de los principales objetivos a alcanzar en cualquier taller. Para conseguirlo, en primer lugar, es necesario saber qué y por qué debemos mejorar.

Serca publica un artículo en el que se apunta que, además, debe responderse a cuestiones tales como si se dispone de herramientas suficientes; si se atiende correctamente a los clientes y quedan satisfechas sus necesidades; dónde se generan más demoras; si es eficiente el trabajo de todos los empleados, y si el taller, en general, es productivo.

A continuación, hay que tener presente que es adecuado hacer un seguimiento del trabajo que se lleva a cabo en el establecimiento para, de este modo, poder responder con exactitud a las anteriores cuestiones.

No obstante, Serca indica que para mejorar la productividad debe prestarse atención a dos factores principales: quién realiza la actividad y cómo se ejecuta.

Para ello, es aconsejable dividir las tareas en subtareas y medir el tiempo que se tarda en realizarlas, no como medida represora, sino para localizar dónde está el problema de productividad y poder resolverlo.

Además, deben tenerse en cuenta variables como cuánto se ha tardado en estar capacitado para realizar la tarea; en preparar y limpiar el área de trabajo; si se han tenido que aplicar descansos, o si se ha requerido la asistencia de otras áreas.

Con este método se puede averiguar, por ejemplo, si se ha tardado más en preparar el área de trabajo que en realizar la propia reparación, lo cual querría decir que hay un problema en el mantenimiento de las instalaciones, o si ha necesitado un descanso, es que hay una falta de personal para entregar los trabajos en el tiempo requerido.

Por otro lado, la firma recuerda la importancia de invertir en herramientas e infraestructuras para dotar a los profesionales de los medios más adecuados, con lo que, además de reducir los riesgos laborales, se optimizarán los tiempos, dando, con ello, una buena imagen de marca.

Asimismo, la formación continua junto con una correcta cadena de producción son otros de los pilares para mejorar la eficiencia. Con ello, la marca recuerda la necesidad de que todos los miembros de un taller deben estar perfectamente formados en su área para atender al cliente.