Gastaron una broma en Google Street View y acabaron interrogados por la policía en su taller. Parece que el ingenio de los profesionales de la reparación no sólo se dedica a resolver averías: también son capaces de engañar a medio mundo.

Según informa el diario NY Daily News, los hechos ocurrieron en 2012 en Edimburgo (Escocia), cuando las cámaras de Google Street View grabaron a un hombre con un hacha en la mano junto a un cuerpo tirado en el suelo. Justo después, el presunto criminal se marcha disimuladamente de allí dejando a su víctima.

Las imágenes comenzaron a circular por la red y, meses después, la policía comenzó a recibir llamadas de ciudadanos que han descubierto el asesinato en internet. Los agentes iniciaron una investigación que les llevó a un taller mecánico a interrogar a dos amigos que trabajaban allí.

Ahí fue cuando la policía se enteró de que no había habido tal crimen y que nadie había muerto: Dan Thompson, de 56 años y Gary Kerr, de 31 años, habían decidido gastar una broma a medio mundo al ver cómo se acercaba el coche de Google Street View captando imágenes de la calle y decidieron simular un asesinato en plena vía pública.

Eso sí, los dos bromistas tuvieron que convencer a los agentes de que nada grave había sucedido después de un intenso interrogatorio.