Toyota Motors ha anunciado la creación de una nueva firma de investigación y desarrollo de inteligencia artificial (IA) y robótica, que estará enfocada a la conducción autónoma y a otros productos que faciliten la vida de las personas dependientes.

Toyota Research Institute (TRI) será el nombre de la nueva compañía en la que el fabricante japonés invertirá 1.000 millones de dólares en los próximos cinco años y tendrá como consejero delegado a Gill Pratt, asesor técnico de Toyota.

Este desembolso se suma a los 45 millones de euros que invertirá en los próximos cinco años para establecer centros de investigación de inteligencia artificial en la Universidad de Standford y el Instituto Tecnológico de Massachussetts (MIT).

TRI —que comenzará a operar en enero de 2016 con 200 empleados— tendrá su sede en Palo Alto, epicentro de Silicon Valley, en California (EE. UU.). Además, contará con una oficina cerca del MIT, en Boston.

“Queremos crear coches que sean seguros pero también increíblemente divertidos de conducir”, ha comentado Pratt.

Más allá de trabajar en el desarrollo de un vehículo completamente autónomo, la marca apuesta por sistemas de autonomía en paralelo; es decir, “sensores y software que sirvan de ángel de la guarda de los conductores”, ha explicado, pues “un coche que se conduce solo nunca será tan inteligente como una persona tras el volante”.

Además, trabajan en el desarrollo de tecnologías que faciliten la conducción a personas mayores o dependientes. “La inteligencia artificial puede reducir enormemente el número de accidentes de tráfico, aunque no eliminarlos por completo”, ha asegurado el presidente de Toyota, Akio Toyoda.

“Por eso las personas y las máquinas deben colaborar cada vez más”, ha añadido. Esta es la razón por la que Toyoda insiste en la importancia de combinar IA y macrodatos, algo que ya están haciendo en sus sistemas de frenada automática y en sus prototipos de conducción autónoma.