El Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ha abierto expedientes sancionadores a un hombre de 51 años, propietario de una nave agrícola, pero que la dedicaba, en la clandestinidad, a taller mecánico para la reparación de vehículos.

El Seprona detectó un tránsito inusual de vehículos en la nave ubicada en la comarca de La Ribera. Los agentes comprobaron cómo su propietario realizaba labores de reparación a toda clase de vehículos, turismos y tractores agrícolas, ciclomotores o motocultores. No tenía estipulado tarifa, ni extendía facturas, si bien cobraba un precio simbólico por las reparaciones.

El local estaba en buen estado de limpieza y orden general, y perfectamente acondicionado para acometer labores de mantenimiento y reparación de vehículos, dotado de maquinaria y herramienta específica profesional, además de elevador, extractor de humos de conexión al tubo de escape, extractor de aceites, grúa polipasto, así como recambios, aceites, filtros, correas o baterías.

El propietario carecía de toda clase de licencia ambiental, de apertura o para ejercer la actividad como taller mecánico autorizado, ejerciendo la gestión de residuos por su cuenta, por lo que ha sido denunciado.

Durante los meses de enero y febrero, el Seprona ha realizado operaciones de inspección de los talleres de reparación de vehículos en la provincia. El objetivo era la comprobación de la correcta gestión de los residuos y la comprobación de las autorizaciones para su puesta en funcionamiento, detección de talleres mecánicos ilegales y acreditar la trazabilidad de los repuestos utilizados, dado la proliferación, detectada en los últimos tiempos, de estos talleres ilegales sin ningún tipo de control administrativo.

El resultado de la operación fue de  146 inspecciones a talleres de reparación de vehículos en toda la provincia y la detección de 67 infracciones administrativas, principalmente relacionadas con la gestión de residuos, aceites, neumáticos o baterías.