Los últimos escándalos de Volkswagen por emisiones contaminantes y las restricciones de entrada en algunas ciudades europeas están haciendo cambiar la mentalidad y las intenciones de compra de los usuarios hacia modelos más sostenibles, medioambientalmente hablando.

Renault ha sido la primera marca en salir al paso ante esta tendencia del mercado y ha asegurado que en unos años los motores diésel desaparecerán, en su mayoría, de los vehículos que estén a la venta en el Viejo Continente.

La repercusión de la crisis del caso del dieselgate ha obligado, indica la compañía, a que los fabricantes europeos revisen sus planes estratégicos de futuro.

Así, por ejemplo, tanto Renault como Peugeot, que han hecho importantes inversiones en tecnología diésel, aseguran que sus inversiones en esta tecnología parecen haberse frenado tras una reunión celebrada recientemente.

Thierry Bollore, director general de competitividad de Renault, se cuestionó en dicho encuentro si “unos estándares y métodos de pruebas más estrictos aumentarán los costes tecnológicos hasta el punto en que el diésel se vea expulsado del mercado”.

Hay que recordar que modelos del segmento A con motor diésel, como el Twingo, desaparecieron hace ya un tiempo porque el coste extra no compensaba el ahorro en combustible. Según esto, para el 2020 esta inercia seguiría hacia los modelos de categoría B, como el Clio, o C, como el Mégane.