Una estafa a aseguradoras de más de 100.000 euros a través de 37 partes de siniestros simulados. Esto es lo que ha llevado al banquillo de los acusados al dueño de un taller de La Rioja junto a su cuñado, agente de seguros y con quien regentaba además un negocio de compraventa de vehículos, su esposa y dos amigos más, que se enfrentan a peticiones de cárcel de hasta seis años de condena.

Según recoge la prensa local, el escrito del fiscal explica que los acusados “simularon la existencia de siniestros entre diferentes vehículos, siendo que en ocasiones no habían sucedido y en otras habían sucedido pero no de la forma narrada o con las personas que figuraban en el parte amistoso”.

De este modo, el objetivo de estas estafas consistía en quedarse el dinero en efectivo de reparaciones que no llegaban a realizarse, o mejorar vehículos para su posterior venta de segunda mano, simulando un siniestro mayor del sufrido.

En la mayoría de los casos la póliza del seguro estaba a nombre de alguno de los integrantes de la trama, que alteraban la firma en los partes para ocultar a los verdaderos propietarios y duplicar pólizas para un mismo vehículo. Así trataban de no perjudicar siempre a la misma compañía y no levantar sospechas.