Partiendo de que el profesional del taller mecánico conoce las medidas de seguridad que ha de tomar en el desempeño de su trabajo, tanto para su propia protección como para la de los demás, no deja de ser cierto que toda cautela es poca y que siempre hay riesgos presentes en el taller a los que estar alerta.
Existen varios peligros que podrían considerarse “comunes” en el desarrollo de las diferentes labores en un taller, los cuales ha recogido Loctite en un artículo en su blog con consejos para evitarlos.
— Caídas al mismo nivel. Lo mejor para evitar este tipo de riesgos es una correcta señalización y mantener la zona de trabajo limpia y despejada.
— Caídas a distinto nivel. Al igual que en el punto anterior, para evitar el riesgo de caer (en el foso, por ejemplo) es muy delimitar correctamente la zona.
— Golpes, cortes y otras lesiones. La variedad de herramientas y maquinaria que se maneja en el taller puede ocasionar este tipo de lesiones. Po eso es vital conocer bien sus características y que estén en buen estado, siguiendo las medidas de seguridad recomendadas por el fabricante.
— Inhalación de productos químicos. En estos casos, el uso de mascarillas es imprescindible.
— Inhalación de monóxido de carbono. Otro de los peligros principales para las vías respiratorias es la inhalación de gases producidos por los motores de combustión interna. Para evitarlo, es fundamental el uso de mascarillas y disponer de un sistema de ventilación adecuado.
— Productos químicos en contacto con la piel. Pueden suponer problemas dermatológicos, por lo que es imprescindible usar guantes para manejarlos.
— Quemaduras. Para minimizar el peligro (como en trabajos de soldadura), es necesario emplear máscaras para proteger la cara y el cuello, guantes para las manos y botas de seguridad.
— Daños en la vista. Igualmente, para sortear este peligro, es necesario utilizar máscaras para proteger los ojos durante el proceso de soldadura.
— Vapores de pintura. Para estos ejecutar estos trabajos es imprescindible contar con los equipos de protección individual adecuados, así como con unos sistemas de ventilación y evacuación de gases eficaces.
— Daños en el aparato auditivo. Para disminuir los riesgos de lesión en el aparato auditivo se pueden usar tapones u orejeras al realizar determinadas tareas.
