La Policía Nacional ha desarticulado un taller pirata en Gandía (Valencia) que explotaba a ciudadanos extranjeros. El centro clandestino utilizaba una vivienda para la reparación y la compraventa de vehículos de ocasión.

Los agentes han detenido a tres hombres de 40, 46 y 63 años y origen senegalés, peruano y español, respectivamente. Los dos primeros están acusados de un delito contra los derechos de los trabajadores, mientras que al tercero se le imputa una infracción a la Ley de Extranjería, según fuentes policiales citadas por Efe.

Los cuatro empleados trabajaban en penosas condiciones de salubridad ya que habitaban un cuarto de muy pocos metros y sin servicios.Por un lado, un matrimonio de nacionalidad rumana realizaba labores de vigilancia. Por el otro, dos hombres de origen búlgaro y rumano llevaban a cabo las reparaciones sin estar dados de alta en la Seguridad Social.

Los agentes detectaron la actividad y establecieron un dispositivo de vigilancia en las inmediaciones de la vivienda. Las investigaciones permitieron averiguar que el taller carecía de licencia y que no cumplía la normativa en materia de riesgos laborales.

Los detenidos, uno de ellos con antecedentes policiales, fueron puestos en libertad tras prestar declaración aunque deben comparecer ante la Autoridad Judicial cuando se les requiera.