La Federació Catalana de Tallers de Reparació d’Automòbils (Fecatra), ha presentado el resultado de su plataforma online de denuncia contra el intrusismo profesional y la competencia desleal del cuatrienio 2014-2017. En el último año, se ha incrementado el número de denuncias, que se acercan a las registradas en 2014, lo que rompe la tendencia a la baja registrada en 2015 y 2016.
Celso Besolí, presidente de la entidad, afirma que “la tarea realizada por las asociaciones durante más de cuatro años es insuficiente sin la actuación y la cooperación de los ayuntamientos, pues son los que tienen las competencias para detectar y cerrar al taller clandestino”.
“Es comprensible las dificultades de los consistorios, pero también la frustración y sensación de desamparo de los talleres que contribuyen a las arcas públicas. Hemos de coordinarnos y trabajar juntos, las herramientas están: a todos nos afecta la competencia desleal, la seguridad vial y en el trabajo y el mantenimiento del parque de vehículos con respecto a las emisiones y la gestión de residuos”, añade.
El 46,67% de las denuncias son por talleres clandestinos, un porcentaje estable en los últimos años. “Está claro que son fácilmente identificables como clandestinos, es decir, razonablemente podemos presumir que el usuario del vehículo sabe que contrata con un taller de este tipo”, asegura Besolí.
Por ello, desde la federación consideran que “la primera labor necesaria es reforzar la difusión dirigida al consumidor, dando protagonismo a la placa azul del RASIC y pidiendo instaurar en las ITV catalanas la obligación de exhibir el certificado de taller que corrige los defectos graves, como se hace en Baleares, Canarias y Galicia”.
Las denuncias por talleres móviles son prácticamente inexistentes (0,57%), “lo que no es coherente con la presencia en las calles”, afirman. “Es una manifestación directa de la tolerancia de este tipo de actividades, derivada de la situación paralegal (que no avanza en el Ministerio) existente, además de la campaña publicitaria de algunas aseguradoras y talleres móviles de neumáticos, y la dificultad de comprobar si ejecutan operaciones de auxilio en carretera (permitido) u operaciones de mantenimiento y reparación”, añaden.
Fecatra lamenta además la acumulación año tras año de expedientes derivados a los ayuntamientos, “de los que, en la gran mayoría de casos, no hay feedback. Argumentan que no pueden dar información a la asociación, aunque sea denunciante. Hemos de revertir esta situación, para poder evaluar tanto la inversión hecha por las asociaciones como la actuación de la administración municipal, que de momento es excesivamente lenta”.
