La Dirección General de Consumo y los Servicios provinciales de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía han llevado a cabo una campaña de inspecciones en talleres de la comunidad andaluza para comprobar el grado de cumplimiento de la normativa.

En total, según acaba de anunciar la Consejería, en 2014 los inspectores de Consumo realizaron controles en 476 establecimientos de este tipo, con 511 actuaciones inspectoras, habiéndose levantado 197 actas positivas, lo que supone el 38% del total.

Uno de los elementos fundamentales que se verificó durante la campaña fue si el taller contaba con hojas de quejas y reclamaciones de la Junta a disposición del consumidor, y de su cartel anunciador, "para que éste pueda ejercer el derecho que le asiste en caso de estar en desacuerdo con el producto o servicio recibido", aseguran desde Consumo.

Los inspectores comprobaron que los talleres expiden el correspondiente resguardo de depósito, aunque una de las infracciones más comunes en los talleres fue, precisamente, no entregar el resguardo de depósito al cliente. En 2014, en el 25,8% de las inspecciones realizadas se incumplía con esta obligación.

Desde la Consejería recuerdan que los talleres "deben exhibir al público, en lugar perfectamente visible, al menos en castellano y en un tamaño de letra no inferior a 7 milímetros, los precios aplicables por hora de trabajo y por servicios concretos. Dichos precios deben incluir los impuestos, cargas o gravámenes, debidamente desglosados, un aspecto que fue especialmente supervisado por los técnicos de la Junta".