El dueño de un taller de la provincia de Cáceres se ha excedido dando largas a un cliente y ahora se enfrenta a una condena de 18 meses de prisión por no repararle el coche.

Según explica la prensa local, la Audiencia Provincial considera probado que el acusado presupuestó de palabra el valor de la reparación de un vehículo en 7.000 euros y acordó con el cliente que se le adelantaran 4.000 euros antes de empezar a trabajar en él. El resto se pagaría una vez finalizado el trabajo, en un tiempo estimado de dos meses.

La Sala estima que el acusado nunca tuvo “la intención de reparar el coche” y sólo buscó lucrarse a cuenta del dinero depositado por el cliente. Con el paso del tiempo, el vehículo no se había reparado y el cliente pidió explicaciones al mecánico, quien se excusó diciendo que no había recibido los recambios que necesitaba.

El tiempo continuó pasando sin avances y el usuario dio un ultimátum en forma de plazo de dos meses al reparador para llevar a cabo los trabajos. El mecánico mostró entonces al cliente un documento con el pedido de las piezas que había solicitado, pero el tribunal considera que, en realidad, nunca había dado curso a ningún pedido para ese material.

Ahora, el acusado deberá enfrentar la pena de prisión impuesta, además de indemnizar a su víctima con 4.000 euros y devolverle su vehículo.