La crisis se cobra una nueva víctima en el sector de la reparación de vehículos. El taller Aguilera e Hijos, ubicado en Alcobendas (Madrid), ha cerrado sus puertas en el mes de enero.

Hasta 2013, los hermanos Jesús y Pedro Aguilera administraban un negocio de distribución de recambios, Comercial Aguilera e Hijos, además del taller. Ese año se repartieron el negocio y fue Pedro quien se ocupó en solitario del centro de reparación desde entonces. El establecimiento, un taller de 4.000 metros cuadrados, estaba especializado en reparación de neumáticos y mecánica, además de disponer de instalaciones de lavado de vehículos.

El taller formaba parte de Sadeco, red de especialistas de neumáticos que cuenta con 36 puntos de venta en las provincias de Cuenca, Segovia, Toledo, Valladolid y Comunidad de Madrid (31).

Aguilera e Hijos facturó 2,24 millones de euros en el año 2013, el 12% menos que el año anterior, con unas pérdidas de 94.030 euros, según los datos del Registro Mercantil.