Dos años de vida o 40.000 km de recorrido. Cualquiera de esos dos momentos de la vida de un neumático es bueno para hacer un cambio de gomas. Es una recomendación del Grupo Andrés, la tercera empresa de distribución de neumáticos de España por facturación en 2009, según el ránking de InfoCap.

Los neumáticos con más de 40.000 km de vida, con poca profundidad en la banda de rodadura y presiones por debajo de las recomendadas representan un peligro para la circulación, según Grupo Andrés Neumáticos. Además, con las condiciones meteorológicas adversas propias del invierno, estos defectos en las cubiertas pueden ser causa de un siniestro.

El mínimo de profundidad del surco fijado por ley es de 1,6 mm. Por eso, es recomendable que los talleres conciencien a sus clientes de la importancia de cumplir con esta norma por seguridad. El surco de una cubierta es el encargado de evacuar el agua del asfalto para garantizar la máxima adherencia del coche al suelo. Basta con utilizar una moneda de un euro para comprobar si una goma es apta para su conducción segura con lluvia. Al colocar la moneda en el canal, el aro dorado debe quedar cubierto; si no es así, es hora de cambiar de neumáticos.

Sin embargo, no sólo los canales de la banda de rodadura deben estar en buen estado. También es necesario que la presión de los neumáticos sea la correcta. Si una cubierta rueda con menos presión, aunque los canales estén bien conservados, no se evacuará el agua de la banda de rodadura y la circulación también será peligrosa. Es muy importante que los neumáticos conserven siempre la presión recomendada por los fabricantes (del vehículo y de la cubierta).