Neumáticos | Goodyear Eagle 360 Urban, el neumático que podrá sentir y decidir

Es un prototipo impulsado por inteligencia artificial, presentado en el Salón de Ginebra.

Goodyear Eagle 360 Urban, el neumático que podrá sentir
Goodyear Eagle 360 Urban, el neumático que podrá sentir

Goodyear aspira a revolucionar la interacción entre neumáticos, vehículos y su entorno. Goodyear con su nuevo prototipo de neumático, el Eagle 360 Urban, presentado en el Salón Internacional del Automóvil de Ginebra. Esta esfera impresa en 3D es el primer prototipo impulsado por Inteligencia Artificial, capaz de sentir, decidir, transformarse e interactuar.

El año pasado, con el neumático prototipo Eagle 360, Goodyear presentó una esfera única y multidireccional para satisfacer las necesidades de la conducción autónoma a través de mayores niveles de confort, seguridad y maniobrabilidad. Las reacciones positivas que recibió incitaron a Goodyear a llevar este concepto más allá.

Este año, con el Eagle 360 Urban, Goodyear traspasa los límites una vez más, con el objetivo de proyectar una posible visión del futuro. Impulsado por inteligencia artificial, Goodyear dota de ‘cerebro’ a este prototipo de neumático. El neumático pasará a formar parte del ‘sistema nervioso’ del vehículo y el mundo conectado. De este modo, está preparado para adaptarse rápidamente a las circunstancias cambiantes, así como a la evolución de las necesidades de MaaS o Mobility as a Service (movilidad como servicio) tanto para flotas como para usuarios particulares.

Piel biónica

El Eagle 360 Urban de Goodyear presenta una piel biónica con una red de sensores que permite que el prototipo de neumático compruebe su propio estado y recopile información sobre su entorno, incluyendo la superficie de la carretera. A través de la conectividad con otros vehículos, así como con el entorno, el tráfico y los sistemas de gestión de movilidad, el Eagle 360 Urban también es capaz de procesar información de su propio contexto en tiempo real.

Fabricada con polímero súper elástico, la piel biónica del neumático tiene una flexibilidad similar a la de la piel humana, permitiéndole expandirse y contraerse. Esta capa externa cubre un material similar a la espuma que es lo suficientemente resistente como para permanecer flexible a pesar del peso del vehículo. Gracias a esta flexibilidad, los elementos que actúan bajo la superficie del neumático, que funcionan como músculos humanos, pueden rediseñar las secciones individuales que componen el diseño de la banda de rodadura del neumático, añadiendo ‘hoyuelos’ para condiciones de mojado o aplanando su huella para superficies secas. De este modo, se despliega una nueva huella con un área de contacto más segura.

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