Electromecánica | Cinco elementos que ya no tendrán que repararse en los coches

Espejos retrovisores, el cambio de marchas manual o el freno de mano desaparecerán de los vehículos en breve según los expertos.

La función del conductor también irá cambiando gracias a la conducción autónoma.
La función del conductor también irá cambiando gracias a la conducción autónoma.

Poco a poco cada nueva generación de coches va evolucionando hacia nuevos sistemas y tecnologías que dejan atrás elementos que antes eran imprescindibles y que los talleres se ocupaban de que estuvieran en perfecto estado.

Los nuevos habitáculos, pensados para una mayor comodidad y para que los vehículos sean más seguros y eficientes, han llevado, según un artículo de La Información, a que el cambio de marcha manual y el freno de mano estén en vías de extinción.

En cuanto al primero, los fabricantes aseguran que el cambio automático supera al manual en lo que a eficiencia y rendimiento se refiere. Sin embargo, el precio es significativamente superior, motivo por el que es posible que la vida de estos se alargue.

Asimismo, la clásica palanca del freno de mano se está esfumando de los automóviles y, en su lugar, un sencillo botón hace las funciones en estos entornos cada vez más confortables.

Y, siguiendo con los botones, también estos están sufriendo una evolución. Si antes los salpicaderos se llenaban de estos dispositivos que accionaban diferentes partes del coche, ahora la era de lo táctil redibuja el mapa que hay frente al conductor.

No obstante, las compañías aún tienen mucho que mostrar y ya trabajan en controlar los mecanismo mediante gestos o la voz, como en es el caso del BMW Serie 7, que ya emplea esta tecnología.

El caso de los espejos retrovisores es de aquellos que parecen imprescindible y que sin ellos cualquier conductor se vería inseguro al volante. Sin embargo, cada vez son más los fabricantes que incorporan cámaras internas y externas que facilitan la visión.

De hecho, Japón ya ha puesto en el mercado los primeros modelos equipados con cámaras de vídeo y pantallas en lugar de los espejos retrovisores tradicionales.

¿Y quién se podía imaginar hace 30 años un coche sin radiocasete? Al igual que pasó después con los reproductores de CD, acabaron desapareciendo y dieron paso a los MP3.

Sin embargo, aunque la mayoría de coches disponen de uno o dos puntos donde conectar los USB con música parece que también ha comenzado su camino hacia la desaparición para abrir las puertas a la reproducción en streaming con los smartphones conectados al coche.

Por último, pero no por ello menos importante, la función del conductor también irá cambiando gracias a la conducción autónoma que, en poco tiempo, la podremos encontrar de serie en todos los modelos.

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