Los fallos que presentan los inyectores common rail son tan habituales que muchos talleres se han ido adaptando a esta nueva línea de negocio que supone su comprobación y reparación.

Sin embargo, a diferencia de otros elementos en los que el profesional se ha ido introduciendo de forma casi autodidacta, el manejo de los inyectores requiere una precisión, capacitación y equipos más específicos.

Su manipulación, más allá de obtener o no un óptimo resultado a corto plazo, puede desembocar en graves daños en el motor, pudiendo, incluso, perforar un pistón.

Por este motivo, es interesante este vídeo en el que se muestra la forma más adecuada de manipular un inyector.