Detección de emociones para hacer la conducción más segura. Este es el espíritu del dispositivo desarrollado por la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza), que permite a un vehículo detectar señales de enfado en el conductor para aconsejarle parar su marcha en un momento dado.

El sistema consiste en un conjunto de cámaras infrarrojas instaladas en el volante que leen las expresiones del conductor, para analizarlas posteriormente y detectar si se trata de señales de ira o disgusto. A partir de ellas, fija su nivel de estrés.

Además de los signos de enfado, que son los que mejor ha reconocido este dispositivo durante las pruebas, las cámaras también detectan si el conductor está cansado a partir del número de sus parpadeos. Basándose en esa información, los coches en el futuro podrían realizar recomendaciones a los conductores para elevar su seguridad.

Si quieres, puedes ver un vídeo que muestra cómo funciona este prototipo (haz clic aquí).