Los vehículos de hace años poseían unas resistencias para el ventilador de calefacción cuyo objetivo era hacer caer la tensión en el impulsor de calefacción para, así, reducir su velocidad de giro.

Sin embargo, con la aplicación de la electrónica, este componente se sustituyó por transistores que, encapsulados y adheridos a una placa de aluminio dotada de aletas para su refrigeración, se suelen colocar en la entrada de aire.

Estos elementos pueden tener dos tipos de averías. El más común es que no funcionen (o lo hagan a intervalos) y que se pongan en marcha por sí solas, provocando la descarga de la batería.

Este vídeo muestra el modo de cambiar la resistencia del ventilador de calefacción en un BMW E 46.