Un lugar agradable para trabajar... y para relajarse. Con restaurante, cafe-bar, sala de juegos, quiosco y jardín en la azotea. No se trata de la oficina vanguarista de una moderna empresa 2.0, sino de la nueva sede en la que Texa piensa, diseña y fabrica sus equipos para diagnosticar y reparar averías electrónicas de los vehículos. Se encuentra en la localidad italiana de Monastier de Treviso, ha supuesto una inversión de casi 50 millones de euros y acoge a una plantilla de más de 400 empleados. Como para no celebrarlo.

Las nuevas instalaciones de Texa se han puesto en marcha coincidiendo con el vigésimo aniversario de la compañía. El acto de su inauguración, realizado con la máxima solemnidad el 29 de septiembre, contó con la participación de representantes de las más altas instituciones italianas, incluido el propio Gobierno, en la persona de su Ministra de Trabajo. Una respuesta en consonancia a la voluntad de la compañía de no deslocalizar su producción, orgullosa de sus raíces italianas.

En el diseño de la nueva sede de Texa se ha tenido muy en cuenta una filosofía que permita la máxima implicación en la empresa de todos sus empleados, para que la consideren como si fuese propia. Respecto al edificio, destaca, además de la construcción arquitectónica, la amplitud de sus zonas de fabricación y ensamblaje de la maquinaria y el almacén, así como el área dedicada a formación.

En el capítulo de la formación, Texa se muestra especialmente orgullosa de su iniciativa social “TexaEdu”, una acción iniciada en el año 2004, consistente en la organización gratuita de un curso bienal en 28 institutos italianos que concede el diploma de “meccatronico” o mecánico especializado en electrónica.