La propulsión del coche a través de motores eléctricos instalados en sus ruedas ya es una realidad. El fabricante de componentes Schaeffler, en colaboración con Ford, ha probado ya el sistema E-Wheel Driver sobre un modelo Fiesta, destacando las mejoras que aporta a la maniobrabilidad, la seguridad y la agilidad en la conducción.

Se trata de un sistema que hasta ahora se había visto sólo en motocicletas eléctricas. Así, un Ford Fiesta equipado con este sistema modular ha circulado por distintas zonas de Escandinavia. El dispositivo probado va alojado en las dos ruedas posteriores y ha sido creado a medida.

Cada uno de los dos módulos incluye todos los componentes necesarios para la propulsión, frenado y seguridad del vehículo (motor eléctrico, sistemas de dirección y de refrigeración, frenos, etc.). La potencia nominal de cada motor es de 33 kW, con una máxima de 40 kW, para un total de 80 kW que equivalen a 110 CV de potencia.

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