Electromecánica | Grupo Albea cierra sus tiendas y negocia para evitar la situación concursal

Instalaciones de Tecno Albea, en Gelves (Sevilla).
Instalaciones de Tecno Albea, en Gelves (Sevilla).

El Grupo Albea, integrado por las empresas Ángel Albea, Tecno Albea y Albea Sur, abandona el negocio de la distribución de recambios. El socio de mayor facturación de Agerauto, con unas ventas de 18,15 millones de euros en 2008, según datos facilitados a InfoCap por la propia empresa, cierra sus puntos de venta de Sevilla (Polígono Calonge), Gelves y Bellavista (ambos en la provincia de Sevilla), aunque mantendrá la actividad de sus talleres de reparación, con la excepción del ubicado en el paseo de Colón de la capital andaluza.

La empresa se encuentra desde hace un mes en situación de pre-concurso de acreedores, según afirma a InfoCap Ángel Albea Carrera, hijo del fundador del Grupo Albea y director comercial de la compañía. "No hemos hecho suspensión de pagos. Estamos en pleno proceso de negociación con  los acreedores para reducir la deuda y evitar así la situación concursal. El tamaño de la deuda acumulada y la falta de liquidez nos han obligado a dar este paso", aclara.

El cierre de las tiendas de Grupo Albea lleva aparejado el despido, a través de un expediente de regulación de empleo (ERE) por extinción de contratos, ya aceptado por la autoridad laboral, de 45 personas. Los trabajadores de los talleres, una treintena, mantendrán su puesto de trabajo, pero a la mitad de ellos les afectará también un ERE temporal de cuatro meses, de aplicación rotatoria.

Ángel Albea Carrera atribuye la crisis de la compañía al perjuicio causado por sucesivas compras de grandes partidas de baterías que, una vez puestas en el mercado, resultaron defectuosas. Y no elude dar los nombres de la marcas implicadas: CTR y Yokohama (nada que ver con el fabricante de neumáticos). En el caso de la primera, reconoce que recibieron una compensación parcial por los gastos ocasionados por los fallos en los productos. Sólo en el plan de recogida de las baterías defectuosas de Yokohama nos gastamos 600.000 euros, afirma el hijo del fundador de Grupo Albea para enfatizar el daño causado a las cuentas de una empresa en la que las ventas de baterías suponían cerca de un 60% de su facturación.

Para hacer frente a las deudas de la compañía, su propietario, Ángel Albea, de 74 años, recurrió incluso a su propio patrimonio, pero la dimensión del colapso financiero y las restricciones bancarias era tales que precipitaron en el cierre definitivo de las tiendas de Grupo Albea, una de las empresas españolas de mayor antigüedad en el sector de la posventa de automoción.

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