Como ya hemos comentado en varias ocasiones, el osciloscopio es una herramienta fundamental en nuestro taller, pues nos permite llegar allá donde el equipo de diagnosis no llega.

Un claro ejemplo es la verificación de la señal de excitación de un inyector. A través de los parámetros, podemos ver la tensión de los condensadores (empleados por la unidad de control para excitar el inyector) y el tiempo de inyección, pero no podemos saber si esto realmente se está cumpliendo. Ni siquiera nos permite entender, cómo sucede.

Sin embargo y como puedes ver en este vídeo, el oscilograma nos ayuda a comprender cómo trabaja, además de corroborar que, de verdad, se produce la excitación.