El proyecto Bloodhound, que tratará de batir el récord mundial de velocidad, contará con la colaboración de Castrol. La compañía suministrará lubricantes, líquido de frenos y fluidos hidráulicos al coche supersónico Bloodhound SSC, que tiene una potencia de 135.000 caballos.

Para los diferentes retos a batir, el Bloddhound SSC contará con los productos Castrol más innovadores; como el aceite Edge de la marca, uno de los más resistentes del mercado; el líquido de frenos Castrol React SFR; o los fluidos hidráulicos Castrol, que ya ha utilizado la NASA en alguno de sus proyectos.

El coche supersónico intentará batir el actual récord del mundo de velocidad, situado en 1.228km/h, fijando la nueva marca en 1.287 km/h. Para lograrlo, el vehículo contará con tres propulsores, un motor Rolls-Royce EJ200 procedente de un avión de combate Eurofighter Typhoon, un conjunto de cohetes híbridos Nammo, y un motor de 650 caballos.

Castrol es un viejo conocido de estas carreras en tierra ya que el récord de velocidad ha sido superado en 21 ocasiones con Castrol como socio, la primera de ellas en 1924.