Bosch ha combinado tres componentes del propulsor (motor, electrónica de potencia y transmisión) en una sola unidad. El resultado es e-axle, un nuevo propulsor más eficiente y asequible.

"Con su eje motriz eléctrico, Bosch está aplicando el principio todo en uno a la propulsión", como destaca Rolf Bulander, miembro del consejo de administración de Robert Bosch GmbH y presidente del área empresarial Mobility Solutions.

El e-axle supone una oportunidad de negocio para Bosch ya que puede ser instalado en híbridos y coches eléctricos, ya sean compactos, SUVs, e incluso camiones ligeros. "Desde el punto de vista económico, el e-axle puede representar un gran éxito", según Bulander.

Con este propulsor la compañía espera generar ventas valoradas en miles de millones. "El e-axle es el propulsor básico para los coches eléctricos y también para los fabricantes de automóviles. Esto les permitirá ahorrar un valioso tiempo de desarrollo y lanzar sus vehículos eléctricos al mercado de manera considerablemente más rápida", asegura.

El inicio de la producción en serie está previsto para 2019 y Bosch garantiza que cada cliente obtendrá una solución personalizada que podrá integrar rápidamente en sus líneas de fabricación.

VENTAJA

La principal ventaja del eje eléctrico es su alto nivel de versatilidad. El cliente sólo tiene que determinar el rendimiento, el par y el espacio de instalación que necesita, y Bosch optimiza el resto del grupo propulsor para ajustarse a esos parámetros. De esta manera, se puede entregar un propulsor completo y personalizado directamente a la línea de montaje de un fabricante de automóviles.

El propulsor puede entregar entre 50 y 300 kilovatios de potencia y es, por lo tanto, capaz de mover eléctricamente también vehículos grandes como los SUVs. Se aplica a todos los vehículos de hasta un peso total de 7,5 toneladas métricas.