El presidente de la asociación de concesionarios Faconauto, Jaume Roura, ha advertido del nerviosismo que hay entre los socios ante “las contradicciones en algunos planteamientos de las marcas", motivo por el que reclaman que "digan claramente que su apuesta es la distribución oficial tal cual la conocemos".

Roura asegura que la crisis ha quedado aparcada y califica de "positivo" el resultado del sector en 2016. "Sin duda, ha sido el año de la estabilización de los concesionarios y de la automoción en general en España", subraya.

No obstante, añade que los concesionarios están asumiendo “muchos cambios operativos" y se ven "obligados a hacer frente a nuevos modelos de negocio" de los que no pueden "quedar fuera".

Asimismo, asegura que los empresarios son la mejor opción para los fabricantes para posicionar sus productos y prestar “un servicio de calidad a quienes compran sus coches".

Sin embargo, en el sector no dejan de preguntarse si seguirán siendo necesarios antes los nuevos planteamientos de negocio de las marcas: ventas por internet, exposiciones virtuales y otros canales de venta.

Ante esto, el presidente de la patronal apunta que “la distribución de coches se seguirá basando en el modelo actual y será dominante la participación de los concesionarios, que sufrirán una evolución, pero no una revolución".

Roura puntualiza que no deben quedarse parados. “El concesionario que no esté alerta lo va a pasar muy mal en los próximos años. La crisis se llevó 1.300 concesionarios y, si no hay adaptación por nuestra parte, podrán desaparecer más en el futuro", asegura.

Por ello, argumenta que los desafíos de la distribución y reparación de vehículos serán tener una relación óptima con el cliente, innovar para tener un retorno mayor, aprovechar al máximo las nuevas tecnologías y “hacer todo lo necesario para que el negocio sea rentable".