La nueva Ley de Distribución mantiene enfrentados a los concesionarios y los fabricantes de vehículos y el conflicto podría acabar desembocando en una jornada de huelga de los puntos de venta, “que no están dispuestos a aceptar un texto que favorezca sólo a las marcas”.

Así lo ha asegurado Antonio Romero-Haupold, presidente de la patronal de los concesionarios Faconauto, quien ha recordado que los distribuidores aceptaron el pasado mes de abril la derogación de una ley que les beneficiaba para intentar llegar a un acuerdo con las marcas.

“De ningún modo aceptaremos una vuelta a la casilla inicial, en la que los fabricantes tenían todos los derechos y nosotros ninguno. Si no se contemplan los cambios que pedimos haremos una jornada de cierre, no sólo los concesionarios, sino todos los sectores afectados por la ley”, aseguraba.

La necesidad de incluir el arbitraje obligatorio para resolver los casos de conflicto es uno de los principales escollos del proyecto. Mientras que los concesionarios exigen que la nueva norma lo incluya, los fabricantes aseguran que esta figura es “inconstitucional” y proponen un sistema de mediación que, dicen, se ha mostrado efectivo para resolver hasta el 70% de los conflictos.

La falta de acuerdo en este aspecto llevó a las asociaciones de fabricantes y marcas a advertir que puentearían a las asociaciones de concesionarios (Faconauto y Ganvam) para dirigirse a sus redes de vendedores y explicarles por qué rechazan el arbitraje como vía obligatoria para resolver diferencias.

El anteproyecto de Ley de Distribución Comercial acaba de ser enviado al Consejo de Ministros, donde deberá ser aprobado el próximo mes de julio para iniciar su trámite parlamentario en el Congreso y Senado en septiembre y entrar en vigor antes de las próximas elecciones de marzo de 2012.