Partiendo de la diferencia entre las necesidades de un coche de gasolina y uno eléctrico, para el que este último no requiere servicios "tradicionales" como cambios de aceite, reemplazo de bujías o verificación de emisiones, por ejemplo, Tesla ofrece a sus conductores dos opciones de mantenimiento posventa.

De esta manera, dadas las características específicas de estos vehículos a la hora de revisarlos, cuyas operaciones se centran en la verificación de la alineación de las ruedas y el estado de los neumáticos, así como en el de las baterías de la llave de control remoto o la instalación de la última actualización de software, Tesla recomienda una inspección de servicio anual cada 20.000 km o una vez al año (lo que ocurra primero) "para mantener su vehículo al máximo rendimiento", afirma.

Por otro lado, la compañía dispone de planes de mantenimiento que, previo pago por adelantado, ofrecen a los clientes las inspecciones anuales de servicio por un "precio más económico", según indica la firma.

En concreto, cuenta con el 'Plan de mantenimiento de 3 años', con un plazo de duración de 3 años o hasta los 60.000 km, que incluye 3 inspecciones en total, una cada 12 meses o 20.000 km. Y el 'Plan de mantenimiento de 4 años', con un plazo de duración de 4 años o hasta los 80.000 km, que incluye 4 inspecciones en total, una cada 12 meses o 20.000 km.