La Guardia Civil ha detenido en Cádiz a los encargados de un concesionario que, supuestamente, habrían defraudado unos 600.000 euros y habrían perjudicado a unas 80 personas.

Los autores del delito falsificaban, según los agentes, la documentación aportada por los clientes para obtener financiaciones fraudulentas fingiendo la compra de otros vehículos de alta y media gama, cometiendo, así, presuntos delitos continuados de estafa y falsedad documental.

La Benemérita inició las investigaciones tras la denuncia de un perjudicado al que le habían cargado una cuota en su cuenta bancaria por la compra de un vehículo que ya había pagado.

Asimismo, las propias financieras implicadas denunciaron ante el Grupo de Investigación y Análisis de Trafico (Giat) la comisión de un presunto delito en la compra de 43 vehículos tanto nuevos como seminuevos.

Según los investigadores, los clientes acudían a comprar un vehículo al concesionario y, al gestionar su adquisición, el administrador copiaba la documentación del comprador para después utilizarla en la solicitud de la financiación de otro automóvil diferente.

Así, el encargado mantenía la cuota mínima de ventas del concesionario y obtenía el dinero rápido que necesitaba para abonar otras financiaciones anteriormente adquiridas mediante el mismo método. Además, para evitar que le llegaran las cuotas a los perjudicados, utilizaba su propia cuenta bancaria.

En el caso de que la financiación fuera solicitada por un matrimonio o una pareja de personas, aunque para conceder el crédito fuese suficiente con la documentación de uno de ellos, el jefe de la trama tomaba los datos de ambos para, a posteriori, financiar otro vehículo sin su consentimiento.

Los perjudicados, al desconocer el uso fraudulento de sus datos y tener un crédito a su nombre por la compra de un vehículo, no obtenían la autorización de las financieras para solicitar otros créditos.