La mayoría de los talleres y concesionarios de España son empresas familiares, y buena parte de ellos son empresas de dos y hasta tres generaciones.

Sin embargo, solo el 10% del más de 1,1 millones de este tipo de negocios cuenta con un protocolo familiar con el que regular el paso a la siguiente generación.

Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado el ‘Estudio de empresa familiar 2015’ elaborado por el Instituto de la Empresa Familiar (IFE), del que se ha hecho eco Faconuto, que señala que la sucesión no se aborda con la importancia que debería tener.

Así, el informe afirma que no se anticipa el proceso y no se regula a través del Protocolo familiar y el Testamento del empresario, documentos que permiten los pasos necesarios con las pautas detalladas.

Según explica el estudio, el Protocolo familiar es un acuerdo jurídico escrito entre familiares socios de una empresa, que contiene las normas y los procedimientos para regular la organización y la gestión de la empresa, así como las relaciones entre la familia, la empresa y sus propietarios.

Por su parte, el Testamento del empresario sirve como instrumento de planificación fiscal para la sucesión. Entre otras cosas, permite la optimización del coste tributario con el fin de evitar excesiva carga fiscal que dificulte la continuidad del negocio.

Por eso, según explica Faconauto, AGM Abogados ha creado la Oficina de transmisión de negocios, que persigue ofrecer un asesoramiento especializado en esta materia.

"En la sucesión, ese asesoramiento personalizado es básico, porque permite contemplar todas las circunstancias, como el papel del empresario sucedido, el de los herederos, el equilibrio patrimonial o la elección de los nuevos responsables", explica Óscar Sedeño, abogado de AGM.