Personalizar los coches se ha convertido en una tendencia con la que los usuarios quieren que sus coches sean diferentes. Utilizar pinturas que otorguen a la carrocería un aspecto único es una de las opciones y los Porsche no se escapan de esta moda.

Así, el color más caro para un Porsche 911 Turbo S cuesta 82.000 euros, según publica Periodismo del Motor. Con este presupuesto, la división de pedidos especiales de la firma alemana, Porsche Exclusive, se encarga de elaborar creaciones únicas con tonos que tan solo se utilizan en cinco vehículos al año.

El color usado en uno de sus Porsche 911 Turbo S recientemente es el denominado Python Green Chromaflair, que supone un precio de 82.645,50 euros.

Esta cantidad, sumada a los 235.574 euros desde los que parte este modelo, hace que el vehículo alcance los 350.000 euros, siendo precisamente el color lo más caro de la lista de equipamiento de este coche.

No obstante, Porsche no se queda en esta exclusiva tonalidad de verde, sino que también ofrece otros colores a sus clientes, como el azul, el dorado y el violeta.