La fibra de vidrio se puede encontrar en paragolpes, salpicaderos, piezas delanteras y traseras e incluso en asientos, según detalla Loctite en un artículo que publica en su blog sobre cómo reparar estos componentes.

Entre los trabajos más comunes con fibra de vidrio que pueden desarrollarse en el taller, la firma señala desde las "pequeñas reparaciones de paneles y alerones hasta grandes reconstrucciones de piezas, sobre todo en el sector del tuning y la competición".

En concreto, y teniendo en cuenta también las diferentes tipologías, los expertos de Loctite explican que, a la hora de enfrentarse a una rotura o un daño en un elemento de este compuesto, lo primero es "valorar qué sistema de reparación se va a usar", lo que variará "dependiendo de la zona dañada y de la envergadura de la rotura".

De esta manera, en el post se destacan dos formas de acometer este trabajo:

— Con manta de fibra y resina líquida. De acuerdo con los técnicos de Loctite, a través de un catalizador se logra que la resina se seque y que, al aplicarse antes y después de la manta, forme un bloque "de gran resistencia". Dependiendo del grosor de la pieza a repara, se le aplicarán más o menos capas de manta y resina. "Esta técnica se usa para daños más o menos graves y que necesiten una resistencia y acabado similar al original que presentaba la pieza".

— Con masillas de fibra. Estas son indicadas "para daños leves o fisuras que no necesiten la resistencia de la manta". Son válidas tanto para plásticos como para "rellenos importantes" de chapa, aunque en este último caso Loctite sugiere la masilla de relleno de aluminio o galvanizados.

Por último, la firma recomienda usar para estas reparaciones Loctite PP15, "el más idóneo para acabados de relleno", apunta, y Teroson UP 325 GFF. Estos, como cualquier masilla de relleno, se aplican con espátula y añadiendo un catalizador en la "proporción adecuada". Una vez seco, se lija con diferentes granos para un acabado homogéneo para que se pueda pintar la superficie.