Los cambios bruscos de temperatura son una de las causas que pueden afectar de la pintura del coche. Por este motivo, desde el blog de Certified First publican un artículo en el que ofrecen algunos consejos para evitar estos problemas.

Así, por ejemplo, cuando se proceda a lavar el coche, es aconsejable escoger la hora en la que se hace para que la temperatura no tenga efectos negativos en la pintura y para que las gotas de agua y el jabón no queden marcados al evaporarse rápidamente.

Por eso, lo más adecuado es lavar el coche cuando está frío y no hace tanto calor, como a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde, explica el post. Además, es conveniente humedecer bien el vehículo antes y tener la precaución de secar la superficie con algún paño de microfibra suave.

Debido a que la mayoría de la chapa del coche es metálica, con solo pequeñas zonas plásticas, en primavera y verano puede llegar a calentarse mucho. Incluso puede ocurrir en invierno si el vehículo está muy expuesto al sol.

Los rayos del sol provocan que la pintura pierda brillo e intensidad. Asimismo, en el caso de que haya suciedad, polen, polvo, resina, etc., es probable que queden marcas si el coche ha estado expuesto durante horas o días.