Priorizar la rentabilidad de las carteras e implantar una política de contratación de seguros más selectiva han sido los principales motivos que han llevado a AXA a rechazar 100.000 pólizas de auto (el 5% de su base de pólizas de este ramo) para librarse de los seguros que considera poco rentables.

Así lo ha expresado Jean-Rignault, consejero delegado de la compañía en España, durante la presentación de los resultados de la aseguradora en 2015, año en el que obtuvo un beneficio de 95 millones de euros, lo que supone el 4% más que en 2014.

El escenario marcado por la guerra de precios, la nueva ley que incrementa las indemnizaciones a las víctimas y el incremento de la siniestralidad, ha llevado a la aseguradora a cambiar su estrategia, según Rignault.

Desde 2012, se han diversificado los ramos, con lo que pretenden reducir la dependencia de los seguros de coche, que suponía entonces el 44% de su facturación.

El segmento en el que más se han reducido las pólizas ha sido el de las flotas de alquiler, que entre 2014 y 2015 cayó unos 100 millones de euros, al no renovar contrato con unas diez compañías de renting.

Según Rignault, esto no supone que AXA España haya prescindido del todo de este sector, sino que la compañía está aumentando la nueva producción, pero con unas tarifas más altas y más ajustadas al riesgo.

La reducción del volumen de pólizas ha llevado a la aseguradora a cerrar 2015 con 4,7 millones de contratos, frente a los 5,4 de 2013. La repercusión en la facturación ha sido evidente, pues los ingresos se redujeron el 12% (1.375 millones de euros).

Sin embargo, AXA asegura que estas medidas permitirán mejorar la “rentabilidad técnica” y “afrontar 2016 con un balance sólido”.