Roberto Casas

| ¿Por qué los mecánicos deben tener una formación constante? | -

Los talleres podrán mantener la formación bonificada
La formación a los mécanicos, tarea esencial dentro del sector

Durante las dos últimas décadas nos hemos visto envueltos en un boom tecnológico muy grande. En todos los aspectos de nuestra vida la tecnología se ha adentrado profundamente:  Desde ordenadores, telefonía móvil, tecnología en los hogares… y sobretodo la tecnología en la automoción.  Una de las cosas que ha sufrido una gran evolución en estos tiempos ha sido también el automóvil, ya que muchos elementos de la informática se han añadido a él, convirtiendo actualmente al coche en un “ordenador con ruedas”. Es por eso que los mecánicos tenemos que ir renovando constantemente nuestra formación para que las nuevas tecnologías no hagan que nos quedemos sin trabajo, y es por ello que muchas marcas o empresas de talleres han considerado que todos los trabajadores han de tener una formación constante en, sobretodo, las nuevas tecnologías. Ya se ha perdido en parte aquel mecánico que sólo tenía que saber manejar las herramientas mecánicas del taller, sino que es necesario que sepamos también el manejo de máquinas de diagnosis.

Otra cosa que ha evolucionado enormemente en los vehículos ha sido la sustitución de muchos elementos mecánicos por sistemas electrónicos, con lo que los técnicos electricistas del automóvil son muy necesarios en cualquier taller. No obstante, no os penséis ahora que le mecánica ‘tradicional’ a muerto por que el técnico mecánico también necesita los conocimientos de mecánica que ya se disponían anteriormente. Además ha de tener una gran iniciativa y responsabilidad a la hora de hacer las diferentes operaciones de mantenimiento en los vehículos, ya que en sus manos está la seguridad de este automóvil y sus ocupantes cuando salga del taller.Los talleres deben tener estos conceptos como primordiales para todos sus profesionales y así podemos estar tranquilos al dejar nuestro coche en un taller ya que estaremos en buenas manos. 

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