Que la crisis económica está afectando a los talleres de reparación nadie lo discute. La situación es complicada para las empresas de cualquier sector. En el nuestro, los gerentes de los talleres se enfrentan a un conductor con un presupuesto reducido, en el que el mantenimiento del coche no es una de las prioridades.

En momentos complicados como éste, hay que mantener una actitud positiva, establecer (y cumplir) un plan o estrategia a seguir y recordar ciertas cosas que ya sabemos, pero que a veces se nos olvidan. Aquí os resumo un decálogo elaborado por Eduardo Ruiz, de Esdauto (Escuela Superior de Automoción), que me parece interesante. Es aplicable a cualquier taller que quiera sobrevivir a estos tiempos de crisis e incluso (¿por qué no?) salir reforzado.

El decálogo consta de cinco preguntas y cinco acciones, concretas y directas. Ahí van:
1. Siéntate y analiza con papel y lápiz los números de tu taller: “¿Puedo seguir?” “¿Necesito seguir?”.

2. ¿Cuál es la parte de tu negocio que te hace diferente, mejor, o incluso más barato que tu competencia?

3. ¿Cuáles son tus competidores en tu zona de influencia?

4. Tu esfuerzo tiene dos únicos objetivos a corto plazo: tener clientes de tu taller que te hagan facturar y lograr el máximo ahorro de costes fijos (pero conservando lo que has respondido en la pregunta 2).

5. Pregunta personal: ¿Estás satisfecho con lo que haces en tu negocio?

6. Recuerda que las personas constituyen la base del negocio del taller, tanto internas (empleados) como externas (clientes). Cuida de la satisfacción de todos y vigila tu relación con ellos a medio y largo plazo.

7. Olvida el negocio de volumen y enfócate al negocio de nicho / grupo / especialidad / personalización / margen.

8. Maneja bien la compra de recambios y reduce el gasto del cliente cuando puedas, sin menoscabar la seguridad y/o posteriores reparaciones más costosas.

9. Necesitas actitud y conocimientos para seguir avanzando en tu negocio.

10. Actúa empezando por el punto 1 en un día y una hora concretos, sin querer arreglarlo todo en un momento y sin dejarlo para mañana. En definitiva, concéntrate en tu plan.

Hay aspectos de este decálogo que pueden parecer evidentes, pero muchas veces nos concentramos tanto en el día a día que los olvidamos. Y tú, ¿cómo lo haces? ¿Aplicas estas medidas en tu taller? Espero vuestros comentarios.

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