Por fin buenas noticias para el recambio. Sus operadores perciben más actividad en sus almacenes y crecimientos en su facturación, y así me lo transmiten cuando hablo con ellos.

La mejora de los distintos indicadores económicos ha ayudado a aumentar las matriculaciones -en 2015 se superó la barrera del millón de vehículos, no alcanzada desde 2008-, el uso del vehículo privado y los pasos por el taller, con el consiguiente beneficio para el sector del recambio.

Lo que comenzó en 2015 como un tímido aunque alentador aumento, en 2016 ha pasado a ser un incremento más notable, que consolida la recuperación que atraviesa el sector.

Así, según las previsiones de InfoCap, publicadas en la Ruta del Recambio 2016, el sector de la distribución de recambios crecerá el 4,3% en 2016. Concretamente, el segmento multimarca cerrará un año muy positivo, con una subida del 5% (4,6% en turismo y 5,9% en vehículo industrial). Por su parte, los concesionarios verán aumentar sus ventas de repuestos el 3,5%.

Lejos quedan ya los años de crisis, especialmente los más negativos, 2009 y 2012. Sin embargo, no se puede negar que esa época de dificultades ha avivado la guerra comercial abierta entre los distintos operadores, que han visto lastrar año tras año su rentabilidad.

La dura competencia, producto de un exceso de oferta y de un contexto donde ha ganado protagonismo el factor precio, ha obligado al recambista a rebajar sus márgenes, a veces hasta límites que escapan a la lógica empresarial.

El nivel de servicio de los distribuidores de recambios en España es desmesurado y en ocasiones llega a resultar insostenible. Los pedidos, más pequeños y frecuentes que antes, se entregan en menos de una hora en tres de cada cuatro casos y el 8% se devuelve a las tiendas, con el sobrecoste logístico que todo ello supone.

Por eso, en los próximos años, en los que a buen seguro la situación seguirá mejorando, los recambistas deben prestar especial atención a este apartado, analizando al detalle parámetros como el stock, el coste real por pedido, la organización de sus rutas y vehículos de reparto y la gestión de su almacén. Creo que la clave para la verdadera recuperación estará en encontrar un equilibrio razonable que se refleje en su cuenta de resultados.