Talleres_del_siglo_XXI_Josep_Ferro Josep Ferro

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Recibo un mail de uno de mis fans. Me desafia a escribir sobre sexo y talleres.... ¿Hablamos de calendarios, de fotos de chicas desnudas en oficinas y taquillas o de piropos y silbidos a clientas guapísimas? ¿Me pongo a investigar sobre videos porno grabados en talleres que nunca serán nominados a los Globos de Oro ni a los Oscar

Si estás leyendo esto, muy probablemente serás mayor de edad, y casi seguro te habrás enamorado al menos una vez a lo largo de tu vida. Confío en que no me equivoco mucho si sospecho que tanto si eres hombre como mujer, has tenido alguna vez relaciones sexuales, y que mayoritariamente han sido en horizontal.

¿Pero sabes a qué le doy vueltas? Observa: Nos fijamos en las personas en vertical. Nos enamoramos de alguien por los ojos, por cómo va vestido, cómo nos habla, a veces por lo que nos dice, incluso por cómo nos pregunta y/o escucha, por cómo nos mira, quizás por cómo anda, o tal vez por cómo huele. No me imagino muchas relaciones duraderas que hayan empezado solo por las curvas y directamente en horizontal. Y si me permites.... las parejas que se han enamorado por la cartera o por el coche... ya sabes: el que vende por precio, palma por precio

En vertical nos imaginamos muchas cosas. Nos lo imaginamos todo. Lo que hay y lo que se esconde. En vertical corren las fantasías por nuestro cerebro y las emociones se manifiestan por nuestra piel, nuestros deseos se imaginan aventuras idílicas con personas que apenas conocemos. En vertical somos unos valientes y nos emocionamos en seguida con muy poco. En vertical y en nuestra mente todo está permitido.

En horizontal, en cambio, disfrutamos de lo que tenemos en casa. En horizontal no escondemos nada. Lo que hay es lo que se ve. Hablemos mucho o poco del tema con nuestra pareja, mi percepción es que una vez estamos en horizontal se acaban las tonterías que durante el día nos han permitido fantasear con decenas de parejas que no lo serán nunca, pero que en vertical, furtivamente, nos han seducido. Las endorfinas circulan a toda velocidad por nuestro sistema hormonal y la naturaleza se muestra con total claridad para que se disipe cualquier duda de con quién estamos.

Recuerdo que un cura decía hace muchisimo tiempo que su convicción de no comer según qué platos no le impedía mirarse el menú. La idea es interesante...

Vayamos al taller...

Tenemos clientes que repiten, naturalmente. Hay que ser un merluzo de agua dulce para dejarlos escapar. Perder a los clientes que ya tenemos es imperdonable, y debería ser uno de los objetivos más importantes de la posventa. En realidad no todo el mundo lo ve así… En muchísimos sitios parece que cuando ya eres cliente te tratan como un usuario. Eres rehén de sus procesos y de su falta de visión o de profesionalidad.

¿Sabes, por ejemplo, por qué en muchos restaurantes sirven aceitunas gratis en seguida de sentarte en la mesa? ¿Creías inocentemente que era una cortesía? El sector de la restauración sabe perfectamente que el 99% de la población, una vez sentado y a la que uno se ha comido una aceituna, chips, o lo que sea, ya no sabes cómo levantarte de la mesa, dar las gracias, y largarte a otro sitio donde te traten mejor.

Solo un reducido número de insensibles tiene la valentía de aceptar que la tomadura de pelo no hay por qué llevarla hasta el final solo por unas arbequinas, y a la vista de la carta, de los camareros, de los gritos que se oyen en la cocina, del aire acondicionado polar o ausente, etc, prefieren ir a comer a otro sitio. Como con la pareja, hay que saber leer las señales. No lo queremos hacer, pretendemos que no estamos viendo lo que es evidente, y luego, antes, después o mucho más tarde, vienen los disgustos. Los que, naturalmente, cuestan 'n' veces más.

Pero… ¿cómo enamoramos a los clientes que no nos conocen? Permiteme... Las redes sociales han posibilitado que muchísimos cuarentones, décadas más tarde, reencuentren virtualmente a sus ex novias de adolescencia/juventud…. La mayoría saben que esto no suele funcionar. Así que no queda otra que enamorar a nuevos clientes, y “en vertical”. Y estos clientes, ya saben, tienen tentaciones todo el día, múltiples impactos continuos de parejas que les intentan seducir una vez y otra. Nuestro objetivo: que no pase de la fantasía, del puro deseo, de las ilusiones que sabemos que nunca pasan, y que, llegado el momento, en horizontal, sea solo en casa y con nosotros.

La vuelta de vacaciones es un gran momento para atraer clientes que llegan con muchos, muchísimos... demasiados kilómetros recorridos a pleno sol y unas semanas de convivencia en las que, fíjate, se desayuna, come y cena juntos,…muy duro y muy caro. Haz cuentas: todo el día, hagas lo que hagas, te lo pasas metiendo mano a la cartera. Con un retorno a menudo inapreciable.

En septiembre, talleres y abogados nos dedicaremos a atender viejos clientes y a atender y seducir a muchos nuevos. Estos nuevos, en vertical, antes de pasar a la acción. Muchos que tienen el tema horizontal bastante olvidado.

Si tienes mas de 40 años e hijos de más de 10, has pasado un verano perfecto pero sin apenas hablar con tu pareja de nada más que de logística familiar, estás habitualmente fuera de casa unas 12 horas de lunes a viernes y estás menos en horizontal con tu pareja de lo que te gustaría..... debes saber que tienes unas posibilidades altisimas de pasar por urgencias, en horizontal, por temas digestivos o cardiacos, o por despachos de abogados y juzgados, en vertical, con un divorcio de tela marinera.  

Les deseo a todos un espléndido último cuatrimestre de 2014. A ver si de cara al otoño las cosas se animan y en vísperas de Navidad intuimos un 2015 con cifras de crecimiento de 2 dígitos. En facturación, margen, horas invertidas, nuevo empleo y nuevos clientes.

Sobre el autor

Ingeniero Industrial. Veterano del Taller, la Logística, y ahora en el mundo de los Hospitales.

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