Encontrado en Internet: “Buenas. Soy pintor oficial de 1ª de Castellón, este anuncio va dirigido a gente que quiera reparar sus coches, tanto accidentados como pintar el coche entero o a piezas sueltas, es más barato que en taller, se hacen todo tipo de trabajos, bien hechos, con materiales de buena calidad. Pintar el coche entero 600€ aproximadamente, precios muy buenos, llamar y pregunten”. Cómo está el patio.

El mensaje me lleva a reflexionar sobre fraude e intrusismo en el sector de talleres. Algo que parece abundar en los últimos tiempos. La crisis, ya se sabe, que agudiza el ingenio...en determinados casos, para mal. Toca preguntarse, con casos como éste, quién defiende a las empresas legalmente establecidas, que pagan sus impuestos y que cumplen con las normas técnicas y medioambientales para reparar y mantener los vehículos. ¿Hacen suficiente las Administraciones para impedir esa competencia desleal? Me temo que no. Las asociaciones de talleres vienen denunciando el incremento de los talleres ilegales y la proliferación descontrolada de mecánicos, chapistas y pintores que ofrecen sus servicios profesionales fuera de la legalidad.

El empobrecimiento de todo el colectivo reparador y de una sociedad que consienta estas prácticas está asegurado. Una amenaza que no se puede consentir. La acción fiscalizadora de las organizaciones que representan al taller no es suficiente si sus denuncias no van acompañadas del esfuerzo de las instituciones por descubrir y castigar a los defraudadores. Si queremos un sector y un país sano, próspero, orgulloso de sus empresas y de sus trabajadores, hay que perseguir con especial determinación a los que no cumplen las normas, a los que quieren jugar con otras reglas.

¿Más barato que en taller? Claro, si no pagas seguros sociales, ni impuestos, ni alquiler del local, no inviertes en maquinaria y utilizas productos de calidad dudosa (por supuesto, baratos), es posible. Estoy por llamar al del anuncio y preguntarle si utilizará el garaje de su casa (si es que lo tiene) para pintar los coches. Y, ya puestos, cómo ha conseguido meter e instalar una cabina de pintura para poder hacer los trabajos que anuncia. ¿O los hace con la ayuda de algún taller de su zona?

No nos engañemos. Estas iniciativas contribuyen a generar más paro (con esa competencia desleal, cerrarán o disminuirán su plantilla los talleres actuales), y con ellas una espiral perversa en la que todos perdemos. Presupongamos la buena intención del pintor de Castellón protagonista del mensaje, pero no jaleemos iniciativas que corrompen el sistema, desvirtúan el mercado y arruinan a los talleres que funcionan desde el más estricto respeto a las normas. No vale todo.